La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, generó controversia al afirmar que el “empoderamiento extremo” de las mujeres impulsa la violencia de género. Sus dichos, en medio de una ola de femicidios, desataron críticas de organizaciones.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, volvió a estar en el centro de la polémica tras realizar declaraciones en las que asoció al “feminismo extremo” con el incremento de la violencia de género en la Argentina. Sus dichos se produjeron durante una entrevista en el canal de streaming “Carajo”, conducido por el influencer libertario Daniel Parisini, conocido como “Gordo Dan”.
En un pasaje de la conversación, Bullrich afirmó que el “empoderamiento extremo” de las mujeres podría generar consecuencias negativas. “Si vos generás la idea de que estás empoderada y sos capaz de pisotear a cualquiera —sea hombre, tu madre o tu padre— finalmente lo que te termina pasando es que se te viene en contra”, sostuvo. Y agregó: “El desequilibrio que se generó con el feminismo extremo lleva a situaciones donde la violencia es tan fuerte que termina destruyendo a la misma persona que genera esa lógica”.
Las palabras de la ministra se difundieron en medio de un contexto alarmante: nueve femicidios en apenas dos semanas sacudieron al país y reavivaron el debate sobre la responsabilidad del Estado en la prevención de la violencia machista. En ese marco, las declaraciones fueron interpretadas por amplios sectores sociales y políticos como una forma de culpar a las mujeres y de minimizar el carácter estructural de la violencia de género.
Desde distintas organizaciones feministas y de derechos humanos repudiaron los dichos de Bullrich, señalando que “culpar al feminismo por la violencia contra las mujeres es desconocer la raíz cultural, social y económica del problema”. Además, remarcaron que el empoderamiento y la autonomía femenina “no generan violencia, sino que la visibilizan y la enfrentan”.
La funcionaria, que también es candidata a senadora nacional, aprovechó la entrevista para defender su gestión, asegurando que “los homicidios vinculados al género se redujeron” durante su administración. No obstante, desde sectores opositores y organizaciones especializadas advirtieron que no existen datos oficiales recientes que respalden esas afirmaciones.