La situación de la policía Claudia Marina Pérez – acusada por el crimen de su colega Nidia Angulo – se agrava cada vez más. Las pericias determinaron que el arma que su familia entregó a la Justicia fue la que se usó para el asesinato y que era el arma reglamentaria de Angulo.

Tras el crimen de Angulo, la Policía se centró en encontrar el arma homicida y sospechaban que era su propia pistola 9 milímetros ya que no se encontraba en el lugar.

Fue la propia familia de Pérez la que entregó a la Policía el arma homicida, aunque no revelaron dónde la tenía escondida.

Pérez está imputada por homicidio agravado por alevosía y por el uso de arma de fuego, por lo que arriesga una pena de prisión perpetua.

Nidia Angulo fue hallada muerta el viernes 18 de febrero a las 7.30, cuando los compañeros de la víctima volvieron de un patrullaje de rutina y la encontraron sobre la cama de la habitación de guardias, con un disparo en la cabeza en la subcomisaría El Sauce.