Se trató de una “agresión escandalosa, brutal y salvaje, la escena parecía de una película de terror”, dijo el Fiscal del caso. El imputado tiene 30 años y padece un “trastorno esquizofrénico” y tiene “alucinaciones y delirios”.
Un hombre de 30 años que está con prisión preventiva por haber cometido el crimen de un trabajador agropecuario, asesinado a puñaladas, mutilado y eviscerado en una chacra de la ciudad bonaerense de San Nicolás en octubre de 2020, será declarado inimputable porque padece un “trastorno esquizofrénico” y no está en condiciones de ir a juicio, informaron este martes fuentes judiciales.
Tras una serie de exámenes psicológicos, los peritos determinaron que el imputado padece un “trastorno esquizofrénico” y tiene “alucinaciones y delirios” que no le permiten estar en condiciones de ir a juicio oral. Con los datos del informe oficial, la defensa próximamente podría pedir el sobreseimiento de Tissi, aunque no quedará en libertad dado que la justicia deberá aplicarle una medida de seguridad a largo plazo porque es peligroso para sí y para terceros.
Según las fuentes, el hombre recibe una atención médica en la Unidad 34 de Melchor Romero acorde a la patología que padece y habitualmente será sometido a nuevas pericias.
Tissi había sido detenido dos días después del crimen en la localidad santafesina de Villa Constitución, a unos 30 kilómetros del lugar en el que ocurrió el homicidio. El hombre fue apresado en la puerta de la casa donde vive con su madre y su padrastro, en la calle Ugarte 534 de esa ciudad santafesina, cuando golpeaba la puerta para entrar y la pareja no se lo estaba permitiendo.
La “brutal y salvaje” mutilación de Donato
Donato fue hallado asesinado y su cuerpo mutilado el jueves 15 de octubre de 2020 cerca de las 20 en el lavadero del establecimiento rural, ubicado a unos 100 metros de la ruta 9, a la altura del kilómetro 233.
El fiscal Tanús había dicho que se trató de una “agresión escandalosa, brutal y salvaje“, que la escena parecía de una “película de terror” y que incluso los peritos de larga trayectoria y experiencia que trabajaron en el lugar le afirmaron que “nunca habían visto algo igual“.
“Lo mataron con un arma blanca con filo y luego le cortaron la nariz, la lengua y el maxilar. Parte de la cara se la extirparon, la destruyeron, todo esto fue post mortem“, aseguró.
Y, agregó: “Después le introdujo la mano por la laringe y le extirpó las vísceras, el estómago, el corazón, una cosa impensada, terrible, demencial“.
Tanús contó que la esposa de la víctima había ido a caminar con su hermano y al regresar alcanzó a ver al agresor por unos segundos, ya que lo encontró parado frente al lavadero y cuando se quiso acercar, éste le impidió que entrara.
Cuando el atacante huyó, la mujer encontró el cuerpo de Donato y alertó a la Policía.
Sobre la victima, Tanús dijo que era “una persona de campo, de bien, trabajadora, no tenía teléfono celular ni contacto con el mundo exterior”.
Donato, quien era un productor de trigo y soja, tenía tres hijos con su esposa.