Variante Palmira: elogian la nueva ruta, pero vecinos de San Roque denuncian abandono e inseguridad

Variante Palmira: elogian la nueva ruta, pero vecinos de San Roque denuncian abandono e inseguridad

Mendoza

La nueva ruta fue inaugurada hace poco, pero los vecinos de la zona aseguran que viven en estado de abandono por la falta de mantenimiento, la proliferación de malezas, inundaciones frecuentes y un creciente nivel de inseguridad.

A casi dos semanas de su inauguración, la Variante Palmira ya muestra un impacto positivo en la conectividad vial del Gran Mendoza. La nueva traza, que permite descomprimir el tránsito pesado en el área metropolitana, fue recibida con entusiasmo por automovilistas y transportistas. Sin embargo, en paralelo a los beneficios, vecinos de San Roque señalaron que la zona lindera a la obra quedó en total estado de abandono y piden mayor seguridad.

Con 36,5 kilómetros de extensión, la Variante Palmira une la localidad de Palmira, en el Este provincial, con Agrelo, en Luján de Cuyo. Se trata de un corredor estratégico para el transporte de cargas, especialmente hacia el corredor bioceánico que conecta con Chile. La flamante vía permite ahorrar tiempo y reducir la circulación de camiones en el casco urbano del Gran Mendoza.

Una obra valorada, pero con reclamos en los márgenes

Durante un relevamiento en la zona de San Roque, varios vecinos destacaron que la obra vial representa un avance significativo en infraestructura, pero también manifestaron su preocupación por los efectos colaterales que sienten desde hace años y que, según ellos, no han sido resueltos con la finalización de la ruta.

La ruta quedó muy bien. Es una obra que se necesitaba, agiliza el tránsito y es más segura. Pero nuestra realidad es otra: tenemos calles sin mantenimiento, malezas de más de tres metros, luminarias que no funcionan y acequias colapsadas”, denunció Ezequiel a Noticiero 9.

Uno de los puntos más conflictivos mencionados es la acumulación de agua en canales sin desagüe adecuado, lo que genera inundaciones recurrentes, incluso en días sin lluvias. Los habitantes afirman que esto se debe a la falta de mantenimiento y limpieza de zanjas y acequias, lo que además propicia la proliferación de mosquitos, roedores y plagas.

En materia de seguridad, los testimonios también son contundentes. Algunos vecinos aseguran que la zona se ha convertido en un lugar propenso a robos y hechos delictivos, en parte por la vegetación alta que permite ocultarse fácilmente y por el deterioro de las estructuras de protección, como cercos y guardarraíles, que han sido vandalizados o directamente removidos.

“Llamamos a la Policía cuando vemos movimientos raros, pero muchas veces llegamos tarde. Han intentado arrancar partes del guardarraíl, y los cercos de alambre que instalaron son fáciles de levantar. Es tierra de nadie”, expresó otro residente.

El reclamo más recurrente entre los vecinos es el de la falta de respuesta institucional. Aseguran que, al intentar gestionar soluciones, la Municipalidad de Maipú y el Gobierno provincial se deslindan responsabilidades, lo que deriva en una situación de abandono persistente.

“Nos mandan de un lado a otro. Desde la comuna nos dicen que es jurisdicción provincial, y en provincia nos indican que corresponde al municipio. Mientras tanto, los vecinos seguimos desprotegidos”, resumió una vecina.

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