El Tribunal Oral Nº 7 dispuso que el debate comience en noviembre de 2025 por el caso que investiga los presuntos sobornos a funcionarios para la otorgación de obras públicas por parte del estado.
El Tribunal Oral Federal 7 fijó para el 6 de noviembre de 2025 la fecha de inicio del juicio a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa conocida como “Cuadernos de las Coimas”. Según fuentes judiciales, el proceso comenzará a las 9:30 y se llevará a cabo de manera remota a través de la plataforma Zoom, con audiencias semanales cada jueves.
El juicio, que podría extenderse por al menos un año, contará con la participación de 682 testigos y será transmitido en directo a través del canal oficial de YouTube del Poder Judicial. Entre los actos clave que se podrán seguir se encuentran la apertura, la etapa de discusión final y la lectura del veredicto.
El tribunal, compuesto por los jueces Germán Castelli, Fernando Canero y Enrique Méndez Signori, resolvió las últimas cuestiones testimoniales pendientes antes de confirmar la fecha de inicio del debate.
Cristina Kirchner será juzgada bajo los cargos de jefa de una asociación ilícita y cohecho pasivo. La causa se originó a partir de los cuadernos escritos por Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta, quien era funcionario en el Ministerio de Planificación Federal. En esos registros, Centeno detallaba presuntos pagos de sobornos por parte de empresarios para acceder a contratos de obra pública.
En total, 85 personas estarán en el banquillo de los acusados. Entre ellos figuran ex funcionarios como Julio De Vido y Claudio Uberti, además de reconocidos empresarios como Ángelo Calcaterra, Enrique Wagner, Enrique Pescarmona y Aldo Roggio. También participará el propio Centeno, quien actúa como imputado colaborador junto a otros involucrados, como el financista Ernesto Clarens.
Según la acusación, Centeno anotaba en sus cuadernos cada trayecto en el que recogía sobres con dinero destinados, supuestamente, al pago de sobornos. Este esquema habría facilitado que empresas privadas accedieran a proyectos de obra pública durante las gestiones kirchneristas. De hecho, los registros indicaban que los funcionarios eran recibidos por Daniel Muñoz, histórico secretario de Néstor y Cristina Kirchner.