Un policía secuestró a una embarazada para llegar al hospital

Un policía secuestró a una embarazada para llegar al hospital

Esta locura ocurrió en Mar del Plata, y además el efectivo baleó a dos autos. Todo lo hizo para trasladar a su sobrina que sufría convulsiones.

Este extraño suceso tuvo lugar en la ciudad de Mar del Plata el pasado jueves. Un policía, que quería llegar rápidamente al hospital porque su sobrina tenía convulsiones, secuestró a una embarazada, baleó dos autos y tiró tiros al aire.

De acuerdo con lo que publica el diario local La Capital, el efectivo que cumple funciones en la localidad de Ayacucho, había llegado a Mar del Plata a visitar a su hermana y en esas circunstancias se produjo la emergencia en la que, según fuentes judiciales, “perdió absolutamente la cabeza y aún no es entendible cómo no provocó una tragedia”.

Todo comenzó en la vivienda de la hermana del efectivo, ubicada en Bosch y Carasa, cuando la sobrina de tres años comenzó a convulsionar. En ese momento, el policía que andaba a pie intentó detener algún vehículo para socorrer a la pequeña, pero nadie frenó.

Entonces, apremiado por las circunstancias, extrajo su arma reglamentaria y apuntó al primer vehículo que pasó, un Peugeot 208 que tenía como conductora a una mujer en estado de embarazo.

Según trascendió, el policía quiso hacer bajar a la mujer, pero al negarse ésta, llamó a su hermana y la hizo subir en el asiento trasero, donde además iban otros cuatro menores. El efectivo ocupó el lugar de acompañante y ordenó a la embarazada a dirigirse a toda velocidad hacia el hospital Materno Infantil.

En el camino baleó a un auto y tiró tiros al aire para que abrieran el tránsito para llegar más rápido. Poco después fue detenido por la policía, y los patrulleros escoltaron al auto hasta el hospital.

Este periplo duró unas 30 cuadras y por suerte nadie salió herido. La embarazada se desmayó al llegar al nosocomio y fue asistida. Como también lo fue la menor.

El fiscal de turno Fernando Castro, una vez conocido el caso, se dirigió al hospital donde ordenó la detención del efectivo y se lo acusó de “privación ilegal de la libertad triplemente agravada y abuso de arma”.