Un crimen con tintes escalofriantes conmociona a Maipú: un hombre fue hallado asesinado y envuelto en una lona dentro de una casa que también funciona como estudio de tatuajes. Por el hecho quedaron detenidas dos personas. La misma vivienda ya había sido escenario de otro homicidio 12 años atrás.
Un brutal crimen ocurrido en el corazón del barrio Canciller de Maipú generó conmoción este martes por la noche. Un hombre fue hallado muerto, envuelto en una lona y atado con alambre dentro de una vivienda ubicada en calle Juan Martínez al 700, donde también funciona un local de tatuajes. La víctima presentaba signos evidentes de violencia extrema, incluyendo una soga en el cuello, heridas en la cabeza y en la ceja, lo que sugiere un posible intento de estrangulamiento.
Por el hecho fueron detenidos dos sospechosos: un tatuador de 48 años, dueño del inmueble, y un amigo de 29. Ambos quedaron a disposición de la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos, quien se presentó personalmente en la escena del crimen.
La secuencia que llevó al descubrimiento del cuerpo comenzó horas antes, cuando un hombre visiblemente alterado llegó en bicicleta hasta la Comisaría 29ª de Gutiérrez. Según fuentes policiales, esta persona había asistido al local para realizarse un tatuaje, pero al ingresar notó que alguien pedía ayuda desde el interior. Alarmado por la situación y al ver al tatuador con manchas de sangre, decidió acudir de inmediato a las autoridades.
A pesar de que la vivienda está bajo la jurisdicción de la Comisaría 54ª, el policía que tomó la denuncia actuó con rapidez, se colocó el chaleco antibalas y se dirigió al lugar. Al llegar, encontró a los dos hombres afuera del domicilio. Uno de ellos tenía sangre en el pantalón y un arma blanca cerca. Ambos fueron aprehendidos en el acto.
Ya dentro de la propiedad, los agentes encontraron el cadáver envuelto en una carpa de pileta. Los primeros indicios sugieren que el fallecido podría haber sido conocido del tatuador, aunque hasta la madrugada del miércoles no se había confirmado su identidad, debido a que el sistema biométrico no arrojó coincidencias.
Los resultados de la autopsia, que se realizaría en el Cuerpo Médico Forense, serán fundamentales para determinar la causa de muerte exacta y el tiempo transcurrido desde el asesinato.
Un antecedente escalofriante: otro crimen en la misma casa
El domicilio donde ocurrió el homicidio ya había sido escenario de un hecho trágico en el año 2013. En esa ocasión, Elvira Olinda Serrano, una mujer de 87 años, abuela y tutora del tatuador hoy detenido, fue asesinada brutalmente durante un presunto asalto mientras dormía.
Según el relato de familiares, los agresores entraron por una claraboya, golpearon a la anciana y redujeron al tatuador y su pareja, que por entonces estaba embarazada. A pesar de que la necropsia determinó que la mujer falleció a causa de los golpes, nunca hubo detenidos por ese crimen.