El drama de los menores de 10 años tras utilizar mucho el celular
Diversos estudios internacionales alertan sobre las consecuencias negativas del uso excesivo de dispositivos electrónicos en niños menores de 10 años. Trastornos de conducta, ansiedad, depresión y problemas en el desarrollo emocional son algunas de las señales que los especialistas buscan alertar.
Uno de los problemas de los padres de niños pequeños es la cantidad de horas que pasan los chicos frente a la pantalla del celular o de la tablet. Un estudio reveló las consecuencias de que los menores de 10 años utilicen de manera excesiva dispositivos electrónicos.
Durante los últimos años, se ha vuelto cada vez más evidente las consecuencias negativas del uso excesivo de pantallas en niños, especialmente en aquellos menores de 10 años. Diversos estudios realizados a nivel mundial coinciden en que esta práctica está relacionada con un aumento en los trastornos de conducta, así como en problemas de ansiedad, depresión, agresividad e hiperactividad en los más chicos.
La pediatra Carolina Ferrarese, especialista en salud infantil y tecnología, explicó que se analizaron cerca de 300.000 niños en 117 investigaciones realizadas durante al menos seis meses, que concluyen que la exposición prolongada a dispositivos digitales afecta negativamente el desarrollo emocional y conductual en la infancia. Estos hallazgos están respaldados por la Asociación Americana de Psicología.
Desde la práctica clínica, Ferrarese señala que la Sociedad Argentina de Pediatría recomienda evitar el uso de pantallas en niños menores de 2 años, incluso evitando que el televisor esté encendido cerca de ellos o que los adultos usen el celular frente a los niños, ya que estos estímulos visuales y auditivos también impactan en el desarrollo cerebral. Además, la Sociedad Española de Pediatría eleva esta recomendación hasta los 6 años, basándose en numerosos estudios en países con alta exposición tecnológica desde edades tempranas.
La razón fundamental es que durante la infancia, especialmente en la etapa preescolar y primaria, el cerebro forma conexiones neuronales que dependen directamente de los estímulos del entorno. Por eso, es esencial que los niños tengan espacios para jugar, compartir con otros, resolver conflictos y desarrollar sus habilidades sociales y emocionales a través de la interacción directa, lejos de las pantallas.
En la consulta, Ferrarese comenta que muchos padres utilizan los dispositivos como “chupetes digitales” para calmar a sus hijos, especialmente ante los berrinches, sin ser conscientes del tiempo real que los niños pasan frente a las pantallas. Al revisar la función de “bienestar digital” en los celulares, descubren que el promedio de uso supera las 6 horas diarias en niños entre 9 y 15 años, lo cual es muy alto y preocupante.
La pediatra también destaca la importancia de mantener un equilibrio saludable entre las actividades físicas, sociales y culturales y el tiempo frente a las pantallas. La sobreexposición puede generar sedentarismo, deterioro en la motricidad fina y gruesa, problemas de sueño, trastornos emocionales y mayor riesgo de obesidad.
Además, señala que la falta de autonomía y de vínculos sociales reales hace que muchos niños busquen llenar ese vacío con el uso excesivo de la tecnología, lo que puede agravar problemas como la ansiedad, la depresión y, en casos extremos, pensamientos suicidas. Por eso, es crucial que los adultos tengan un rol activo en la crianza digital, acompañando y supervisando el uso de dispositivos, en lugar de delegar esa responsabilidad.
Respecto a recomendaciones claras para los padres, Ferrarese enfatiza:
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Niños menores de 2 años: evitar por completo la exposición a pantallas, salvo videollamadas ocasionales.
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Preescolares de 2 a 5 años: limitar el uso a una hora diaria con contenidos educativos y acompañamiento adulto.
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Niños de 5 años en adelante: establecer límites claros, acordar el tiempo de pantalla en familia, evitar el uso de dispositivos durante las comidas y antes de dormir, y promover actividades sin pantallas, como juegos al aire libre y manualidades.
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Supervisar y seleccionar juntos los contenidos digitales, fomentando el diálogo y el equilibrio con otras actividades.
Finalmente, Ferrarese subraya que la tecnología es parte de la vida actual, pero debe usarse con criterio y acompañamiento adulto, especialmente en niños menores de 10 años, para preservar su salud mental y desarrollo integral.