Uruguay hizo historia al aprobar la ley de eutanasia y convertirse en el primer país de América Latina en legalizar la muerte asistida. Qué pasó con los proyectos en Argentina.
Uruguay dio un paso histórico en la región al aprobar la ley de eutanasia, convirtiéndose en el primer país de América Latina en legalizar la muerte asistida a través de una norma parlamentaria. Tras más de diez horas de debate, 20 de los 31 senadores votaron a favor del proyecto, denominado Ley de Muerte Digna, que permitirá a las personas adultas, psíquicamente aptas y que padezcan una enfermedad incurable, irreversible o un sufrimiento insoportable, acceder a la eutanasia bajo control médico.
La medida coloca a Uruguay junto a países como Canadá, España, Países Bajos y Nueva Zelanda, que ya cuentan con legislaciones similares. En América Latina, Colombia y Ecuador habían despenalizado la práctica mediante fallos judiciales, pero nunca por una ley aprobada en el Congreso.
El texto establece que el procedimiento podrá ser solicitado por mayores de edad con plena capacidad mental, siempre que la decisión sea voluntaria, informada y avalada por al menos dos profesionales de la salud. La eutanasia será realizada exclusivamente por personal médico.
Durante el debate, los senadores destacaron el clima de respeto y madurez democrática con el que se abordó el tema. Pese a la oposición de sectores religiosos, la mayoría coincidió en la necesidad de garantizar el derecho a decidir sobre el propio final de vida.
Qué pasa en Argentina con la legalización de la Eutanasia
En Argentina, la discusión sobre la eutanasia permanece estancada. Aunque existen siete proyectos presentados en el Congreso, ninguno ha logrado avanzar. Actualmente, el país solo permite la llamada “eutanasia pasiva”, que autoriza a los pacientes a rechazar tratamientos que prolonguen artificialmente la vida, pero no contempla la intervención médica directa para poner fin al sufrimiento.
Entre los principales impulsores del debate se destacó el abogado mendocino Daniel Ostropolsky, quien padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y falleció en 2022. Ostropolsky fue uno de los primeros en promover una ley de muerte digna en Argentina, un reclamo que hoy retoman sus familiares y legisladores como Alfredo Cornejo y Jimena Latorre, autores del proyecto “Ley de Buena Muerte”, aún con estado parlamentario.
“Es tiempo de que Argentina se dé este debate con seriedad. Uruguay lo logró con respeto y consenso. Nosotros debemos animarnos a hacerlo también”, sostuvo Latorre tras la sanción en el país vecino.