La Municipalidad de Ciudad abre un nuevo refugio para personas en situación de calle ante el frío extremo

La Municipalidad de Ciudad abre un nuevo refugio para personas en situación de calle ante el frío extremo

Mendoza

Tras la muerte de dos personas por hipotermia en plena vía pública, el municipio de Ciudad habilitará un nuevo albergue en el Centro Integrador Comunitario. Actualmente, hay más de 150 personas en situación de calle en la capital mendocina.

Frente a la ola de frío que golpea a Mendoza y al aumento de casos de personas afectadas por la situación de calle, el municipio de Ciudad anunció la apertura de un nuevo albergue de emergencia. La medida busca dar respuesta urgente tras el fallecimiento de dos personas por hipotermia en los últimos días.

El nuevo espacio funcionará en el Centro Integrador Comunitario ubicado en calle 9 de Julio casi Mosconi, donde se habilitarán unas 15 camas en una primera etapa. El objetivo es brindar refugio nocturno y contención básica durante los meses más crudos del invierno.

La decisión se da en un contexto complejo y persistente: actualmente hay 156 personas en situación de calle relevadas en la Ciudad de Mendoza. De ese total, alrededor de 30 tienen domicilio dentro del departamento; el resto proviene de otras zonas del Gran Mendoza.

Muchas personas rechazan la ayuda que se les ofrece, incluso cuando las condiciones climáticas son extremas”, explicó el intendente Ulpiano Suárez, quien sostuvo que el municipio trabaja de forma constante en políticas de contención y reinserción social, laboral y afectiva. “Dormir en una plaza o bajo un puente no puede ser una opción. Hay que ofrecer alternativas reales para salir de la calle”, remarcó.

Además, Suárez respondió al reciente pedido del Arzobispado de Mendoza, que solicitó mayor presencia del Estado. En ese sentido, el intendente propuso coordinar acciones conjuntas con las parroquias de la ciudad, identificando espacios eclesiásticos que puedan ser acondicionados como lugares de alojamiento temporario.

La problemática, sin embargo, no tiene soluciones simples. Detrás de cada historia hay realidades personales, sociales y psíquicas que requieren una mirada profunda y estrategias integrales. El desafío es enorme: garantizar el acceso a un techo digno a quienes lo han perdido o nunca lo tuvieron.