Luego de una licitación que fue declarada desierta, el Ministerio de Seguridad de Mendoza adjudicó de manera directa el servicio de provisión de alimentos para los internos de las cárceles provinciales y el personal penitenciario. La empresa Clissa resultó seleccionada para abastecer las viandas, en medio de cuestionamientos por parte de la Fiscalía de Estado, que consideró “poco serio” el procedimiento administrativo utilizado.

La contratación representa un monto superior a los $54.000 millones, una de las cifras más altas en cuanto a servicios contratados por el Estado mendocino. La dieta incluye un plan calórico que varía entre 2.800 y 3.000 calorías diarias, y contempla tanto almuerzos como cenas, además de meriendas y desayunos.

Entre los platos principales que figuran en el menú otoño-invierno se encuentran: carne al horno con puré, milanesa con ensalada jardinera, hamburguesas con fideos, napolitana con puré, lasaña a la boloñesa, lentejas, locro y tallarines con estofado. Para la cena, las opciones incluyen pizza y empanadas, carne a la olla con tortilla de vegetales, pollo al horno con verduras, arroz con carne, carbonada y pastel de papa.

El servicio también contempla dietas especiales para personas con requerimientos nutricionales específicos: menú sin TACC para celíacos, opciones para embarazadas, madres lactantes, diabéticos y también dieta líquida o semilíquida en casos puntuales. Incluso se prevé una atención particular para niños que visitan a sus madres en contextos de encierro.

Más allá del detalle nutricional, existen críticas recurrentes por parte de los internos sobre la calidad real de los alimentos entregados, especialmente en cuanto al estado de la carne y el cumplimiento de los estándares bromatológicos. Desde el gobierno aseguran que se realizarán controles para garantizar el cumplimiento del servicio.