En un confuso episodio, Lucas González fue baleado por efectivos de la policía y después de haber diagnosticado con muerte cerebral falleció este jueves.
“Lucas era mi sobrino del corazón y acaba de fallecer. Lo único que le pedimos a todos es que respeten la intimidad de la familia, porque estamos destrozados. Les queremos agradecer a todos los que estuvieron y a los que están. Y ahora lo que vamos a pedir es justicia por Lucas. Nada más que eso”, señaló el tío de Lucas al hablar con la prensa en la puerta del Hospital.
La versión oficial indicó que el menor fue herido tras ser perseguido por los efectivos mientras circulaba a bordo de un auto Volkswagen Suran, en el que viajaba junto a dos amigos.
Sin embargo, Cintia -su mamá- rechazó esta explicación y denunció en la mañana de este jueves que al chico lo balearon sin ningún motivo. “Fue gatillo fácil”, aseguró la mujer.

De acuerdo con la versión policial, la secuencia comenzó a pocos metros de uno de los ingresos a la villa 21-24, en el barrio de Barracas. En ese momento, policías de la Comuna 4D, a bordo de un móvil no identificable, un Nissan Tiida, observaron el Volkswagen Suran que salía del asentamiento y lo cruzaron. Le dieron la voz de alto para identificar a sus ocupantes pero supuestamente los sospechosos aceleraron.
Fue entonces que comenzó una persecución. Siempre según lo que indicó la Policía, en la intersección de las avenidas General Iriarte y Vélez Sarsfield, frente a la Basílica del Sagrado Corazón, los agentes de civil lograron colocarse a la par del auto en el que viajaba Lucas para detenerlos pero los jóvenes, en respuesta, embistieron contra la puerta del conductor del Nissan y lastimaron a uno de los oficiales.
En ese momento fue cuando se inició el supuesto tiroteo entre los policías y los presuntos delincuentes. Luego, los sospechosos aceleraron el auto y escaparon, pero fueron detenidos a unas cinco cuadras, en el cruce Alvarado y Perdriel. Detuvieron a los jóvenes y notaron que uno de ellos, Lucas, tenía una herida de bala en la cabeza. El chico fue trasladado Hospital Penna, donde está internado. Un cuarto sospechoso, acompañado por su madre, se entregó luego en la Comisaría 4D.
Lucas dividía sus horas entre las prácticas de fútbol y las horas de estudio, ya que cursaba el secundario. “Justo antes de ayer había entregado dos trabajos que le quedaban. La verdad que me destrozaron la vida. Yo quiero que los que hicieron esto la paguen”, pidió Cintia.

Los oficiales implicados en el hecho fueron desafectados por disposición del ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro, quien brindó esta noche una conferencia de prensa para referirse al caso.