No es la primera vez que los bomberos sufren este tipo de hechos. Cansados de la inseguridad, declararon que si no cesan los robos, podrían dejar de prestar servicios.
Nuevamente, los bomberos voluntarios de Las Heras fueron el objetivo de los delincuentes, en tan solo dos años, han sufrido aproximadamente 30 robos. Los uniformados vieron a dos ladrones adentro del cuartel ubicado en calle Regalado Olguín (camino a El Challao). Ante esto, redujeron a uno de los sujetos y sufrieron amenazas de muerte. Aseguran que si no les brindan medidas de seguridad dejarán de prestar servicio.
Durante el 2023 los bomberos denunciaron 20 robos y ya en lo que van del año otros 10 más. Además, aseguran que los hechos de inseguridad no solo ocurren dentro del cuartel, sino que también en las inmediaciones de las calles Regalado Olguín y Doctor Cichiti.
Vecinos de la zona aseguran que en la rotonda suele haber una custodia policial, pero no es suficiente, ya que los robos ocurren igual en cualquier momento del día.
Este martes, los bomberos fueron víctimas nuevamente de un robo. Dos sujetos entraron a las instalaciones del cuartel armados con armas blancas, mientras los efectivos descansaban. Cuando los bomberos salieron a ver, lograron divisar a dos ladrones que intentaban forzar las chapas para ingresar al cuartel desde la pared que da a calle Regalado Olguín.
Los efectivos que estaban de guardia se despertaron y salieron al encuentro de los malvivientes y redujeron a uno de los sujetos, mientras que el otro logró escapar.
El ladrón, al verse rodeado, largó varios puntazos con un cuchillo que afortunadamente no hirió a nadie.
En el lugar se hizo presente la policía y trasladó al malviviente a una dependencia judicial. Pero, mientras esperaban a los uniformados, en todo momento el delincuente detenido en el piso amenazó a los bomberos de muerte.
Mientras un equipo de Noticiero 9 trabaja en vivo en la zona, un motociclista pasó por el lugar amenazando con entrar a robar.
Pero eso no fue todo, ya que luego comenzaron a llamarlos llamados telefónicos con amenazas de muerte, así como los disparos al aire para intimidar.
Debido a eso, los bomberos se acuartelaron, cerraron los portones de la instalación y se encerraron en el sitio. “Tuvimos que salir del servicio porque no estaban las garantías para seguir trabajando. No se imaginan el temor que tenemos. Alguien tiene que hacer algo”, apuntó Roberto Peña, Jefe de los Bomberos voluntarios de Las Heras.
Y agregó que pidieron un móvil policial en la puerta del cuartel para que los cuidara, pero la respuesta fue negativa, les dijeron que no les podían poner “un móvil exclusivo para cuidar el cuartel de bomberos porque tienen que custodiar al resto de la ciudadanía”.