El viernes de la semana pasada, Europa quedó conmovida tras el brutal crimen de una niña de 12 años identificada como Lola Daviet, cuyo cadáver fue hallado descuartizado adentro de una maleta en París. 

En las últimas horas, declaró ante el juzgado de instrucción una mujer de 24 años, que dijo ser la autora del aberrante hecho y dio detalles escalofriantes de lo sucedido. Sin embargo, después de relatar su accionar y que coincide con la mecánica del crimen, se retractó y dijo que solo había narrado un sueño y que jamás le haría daño a un niño. 

La autora del crimen sería Dhabia B. es una inmigrante ilegal argelina de 24 años.

En las cámaras de seguridad del edificio donde vivía la menor quedó registrado cuando Dhabia la lleva hasta el departamento de su hermana (que vive en el mismo edificio que la víctima) a las 15.17 y a las 16.48 se la ve salir con dos maletas. 

Un indigente halló esas maletas con el cadáver adentro y avisó a la Policía. 

En su declaración, Dhabia admitió que tiró de los pelos a Lola y que metió su cabeza entre sus piernas, momento en el que tuvo un orgasmo, dijo. Luego le tapó la cara -ahí la víctima habría muerto asfixiada- y luego la descuartizó para deshacerse del cuerpo en dos maletas. 

Según los dichos de Dhabia, antes de descuartizar el cuerpo de la niña, la mujer tomó café, escuchó música y hasta bebió sangre de su víctima. 

La autopsia confirmó que la Lola fue torturada, violada, asfixiada y descuartizada.

La Fiscalía de París investiga el caso que tiene a otro detenido, un hombre de 43 años por “ocultamiento de cadáver”.