Hidatidosis: de qué se trata la enfermedad oculta en perros que parecen sanos

Hidatidosis: de qué se trata la enfermedad oculta en perros que parecen sanos

Salud

Aunque el animal infectado no presenta signos visibles, puede eliminar el parásito en su materia fecal y contaminar el entorno. Esta zoonosis, que afecta principalmente a niñas y niños en contacto estrecho con perros y tierra, se detecta a través de controles específicos.

No aparece en los titulares ni genera alarma inmediata, pero la hidatidosis sigue creciendo en Argentina. Esta enfermedad parasitaria, transmitida por perros que han ingerido vísceras crudas de ganado infectado, puede provocar quistes en órganos vitales y afectar gravemente la salud humana. En lo que va del año, se notificaron cerca de 600 casos, un aumento significativo respecto a los 470 registrados entre 2019 y 2023, según fuentes oficiales.

El veterinario Roberto Mera y Sierra, advierte que no se trata de una enfermedad nueva ni emergente. “La hidatidosis se conoce desde cientos de años. Está distribuida globalmente, sobre todo en países con actividad ganadera importante como la Argentina. Erradicarla es muy difícil, solo lo lograron algunas islas como Nueva Zelanda, Islandia, Chipre o Tasmania”, explica.

“Los más afectados son los perros de zonas rurales, aunque no exclusivamente”, comentó el especialista. El ciclo de transmisión es complejo pero claro: el perro se contagia al consumir vísceras crudas de ovejas o cabras. Luego, elimina el parásito en su materia fecal, cuyos huevos pueden sobrevivir en el ambiente durante años. “El humano se infecta accidentalmente al ingerir esos huevos, que pueden estar en verduras, tierra o incluso en el pelaje del perro ya que los huevos se pueden pegar allí”, señala Mera. Aunque el contagio por saliva es posible, no es la vía principal.

Una de las preocupaciones actuales es la urbanización de la hidatidosis. “Antes era exclusiva de zonas rurales, pero hoy vemos casos en ciudades. Me pasó personalmente: recogí un perro en de la calle en plena Ciudad y tenía Echinococcus granulosus. Por suerte, el tratamiento con praziquantel es muy efectivo”, cuenta el veterinario. La clave está en consultar al profesional apenas se adopta un animal de origen desconocido.

La enfermedad afecta principalmente a niños y niñas en zonas endémicas, ya que son quienes tienen mayor contacto con la tierra y los animales. En regiones como Malargüe y la Patagonia, se realizan controles ecográficos rutinarios para detectar quistes hidatídicos en etapas tempranas. “Cuanto antes se detecte el parásito, más fácil es tratarlo, ya sea con cirugía o medicamentos”, explica Mera y Sierra. Los quistes suelen alojarse en el hígado y los pulmones, aunque pueden aparecer en cualquier órgano.

La prevención depende de medidas concretas: desparasitar a los perros en zonas rurales, evitar que consuman vísceras crudas de animales faenados sin control veterinario, y aplicar la vacuna disponible para ovejas y cabras, que ha demostrado ser altamente efectiva. “Es una práctica común en el campo, pero es lo que perpetúa el ciclo”, advierte Mera. En zonas urbanas, el protocolo es distinto y debe ser evaluado por cada veterinario.

“La hidatidosis, como todas las zoonosis, requiere trabajo conjunto entre médicos, veterinarios y la comunidad. No hay que entrar en pánico, pero sí tomar conciencia. Informarse, consultar y prevenir son las claves para controlar esta enfermedad”, concluye Mera. Porque en tiempos donde todos somos perreros, entender el contexto y actuar con responsabilidad puede marcar la diferencia.

Volvé a ver la nota completa con el vetearinario  Roberto Mera y Sierra desde aquí:

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