La famosa cocinera de las redes fue autoridad de mesa y contó la divertida historia de la comida que le llevaron.
Las elecciones son la fiesta de la democracia, pero en esa fiesta hay roles que cumplir y si a uno le toca no se puede ignorar. Es una obligación.
Eso es lo que le pasó a Paulina Cocina que tuvo que ser autoridad de mesa.

Al margen de la queja, Paulina quedó alucinada con la comida que le dieron para pasar el día. Una señora llegó con sanguchitos y fue amor a primera mordida.

Su marido, preocupado porque su esposa se alimentara bien, quiso llevarle sushi. Eso a la cocinera le pareció un gesto tierno, pero gracioso.
Una familia la reconoció y le llevaron golosinas, pero el amor por los sanguchitos fue más fuerte y la cocinera estuvo a punto de llevarselos a su casa.
Paulina cumplió y su historia hizo más amena la jornada.