El fuerte aumento en el precio de la carne vacuna, que alcanzó un 56% interanual, cambió los hábitos de consumo de los argentinos. Cada vez más familias optan por cortes más económicos, mientras esperan que el mercado se estabilice hacia fin de año.
La carne, parte esencial de la mesa argentina, atraviesa uno de sus momentos más críticos. Según datos del sector alimenticio, el precio de la carne vacuna aumentó un 56% en el último año, lo que llevó a un cambio drástico en los hábitos de compra. En 2025, por primera vez en décadas, el pollo superó en consumo a la carne vacuna en todo el país.
Los carniceros coinciden: los clientes compran menos, comparan precios y buscan cortes más económicos. “La gente pregunta, compara y termina llevando más pollo o cerdo. La carne vacuna quedó para ocasiones especiales”, reconocen los comerciantes del Gran Mendoza.
El bolsillo manda: el pollo y el cerdo ganan terreno
El precio promedio de la carne vacuna ronda los $12.357 por kilo, mientras que el pechito de cerdo cuesta cerca de $7.400 y el pollo, apenas $3.800. La diferencia es tan amplia que muchas familias reemplazaron los cortes tradicionales por opciones más baratas.
De acuerdo con estimaciones privadas, el consumo total de carne por persona (sumando vacuna, porcina y aviar) alcanzaría los 113 kilos anuales en 2025, con una leve suba respecto al año pasado. Sin embargo, el crecimiento se explica por el aumento en la demanda de pollo y cerdo, que se consolidaron como las proteínas más elegidas en los hogares argentinos.
Desde distintas carnicerías de Mendoza, aseguran que las ventas muestran “altibajos”, aunque en fechas especiales como el Día de la Madre esperan un leve repunte. “Antes los clientes llevaban cortes caros; hoy vienen, preguntan precios y compran menos cantidad. Hay quienes hacen una sola compra por semana, frizan y estiran lo que pueden”, relató un comerciante de Guaymallén.
Otros destacan que los consumidores se volvieron más selectivos y priorizan el precio sobre la calidad: “Antes la fidelidad era con el carnicero de siempre; ahora, la fidelidad está en el bolsillo”.
El incremento de más del 50% en la carne vacuna responde a distintos factores: menos hacienda disponible, mayores costos de alimentación y crianza, y una mayor competencia por la exportación.
El informe de la Cámara de la Industria Cárnica estima que los valores seguirán altos en los próximos meses debido a la baja oferta de ganado y al contexto económico. En comparación con septiembre de 2024, la carne vacuna aumentó 33,7%, el pollo 23% y el cerdo 10%.
Mientras tanto, los productores advierten que el sector necesita previsibilidad y políticas estables para sostener la producción y evitar nuevos saltos de precios.
