Los vecinos denuncian que no hay luminarias, que es inseguro y que colectivos y peatones deben circular por las mismas vías.
Vecinos de la localidad de El Borbollón se manifestaron para denunciar el estado crítico de la Ruta 40, especialmente en el tramo que conecta con la calle Los Álamos. Lo que comenzó en 2021 con la promesa de una doble vía entre Mendoza y San Juan, se transformó en una obra inconclusa que, según los habitantes de la zona, empeoró las condiciones viales y de seguridad.
Las principales quejas de los vecinos incluyen la falta de luminarias, de señalización adecuada y el deterioro de los caminos alternativos de ripio, generados como solución provisional. Desde el jueves pasado, al menos tres siniestros viales se registraron debajo del puente, todos por la poca visibilidad. “La gente no sabe quién viene de frente, quién va, y esto lo padecemos todos los días“, dijo una vecina.
La inseguridad es otro de los puntos críticos. Los vecinos denuncian constantes robos a personas que utilizan las paradas improvisadas de transporte público, especialmente niños y adolescentes que deben abordar colectivos en zonas no iluminadas. “Es un peligro permanente, y sentimos que en cualquier momento puede ocurrir una tragedia”, señaló Rebeca, una vecina preocupada.
Además, los comerciantes de la zona también se han visto afectados. La caída de las ventas en locales como gomerías o tiendas de alimentos refleja la disminución del tránsito vehicular por la zona debido al mal estado de la ruta y sus accesos. “Los pocos caminos de entrada están llenos de pastizales, lo que dificulta que quienes no son vecinos frecuentes puedan maniobrar o incluso advertir cruces peligrosos”, agregó otro habitante.
Además, colectivos de las líneas 665 y 300 deben circular por colectoras angostas y mal señalizadas, compartiendo espacio con peatones que diariamente se exponen al peligro en ausencia de una infraestructura adecuada. “Las paradas no han quedado señalizadas, y muchas personas suben o bajan justo debajo del puente, entre vehículos que transitan a alta velocidad”, afirmó un usuario del transporte.
Los vecinos exigen que Vialidad Nacional retome las obras y ofrezca soluciones permanentes que garanticen tanto la seguridad vial como peatonal en la zona. Mientras tanto, la comunidad sigue expuesta a los riesgos de una infraestructura deficiente y al abandono de un proyecto que, tras más de tres años, aún no se concreta.