Francisco nunca visitó Argentina como Papa, a pesar de sus intenciones y del deseo de los argentinos de recibirlo. Su estado de salud y el contexto político influyeron en su decisión.
A pesar de haber liderado la Iglesia Católica durante 12 años, el Papa Francisco nunca visitó Argentina, su país natal, como pontífice. Testimonios recientes revelan que Francisco tenía intenciones de regresar, pero su estado de salud en los últimos años y las circunstancias políticas desaconsejaron el viaje.
Durante su papado, Francisco enfrentó el desafío de mantener una relación equilibrada con cuatro presidentes argentinos. Con Cristina Fernández de Kirchner se reunió en siete ocasiones, aunque la aprobación de la ley de matrimonio igualitario y su rol como jefe espiritual de la oposición generaron tensiones.
Con Mauricio Macri, la relación fue distante, marcada por una audiencia de apenas 22 minutos y el debate parlamentario sobre la ley de aborto. En el caso de Alberto Fernández, el Papa se convirtió en un crítico de las políticas económicas y el aumento de la pobreza.
Finalmente, durante la última campaña electoral, el presidente Javier Milei lo calificó como “el representante del maligno en la tierra”, aunque Francisco respondió sin rencor y felicitó al mandatario tras asumir el cargo.
Francisco visitó 66 países durante su papado, incluyendo Brasil, Colombia, Paraguay, Chile y Bolivia.
El Papa siempre destacó su profundo amor por Argentina, afirmando que los 76 años que vivió en su tierra natal lo formaron como persona. “Soy argentino, educado por el pueblo argentino, con su riqueza y sus contradicciones”, expresó en varias ocasiones. Sin embargo, su decisión de no regresar como pontífice sigue siendo un misterio que muchos interpretan como una mezcla de prudencia política y compromiso con su misión global.