Ambas obras, ubicadas en la Ciudad de Mendoza, fueron restauradas luego de sufrir daños provocados por el paso del tiempo y por actos vandálicos. El trabajo estuvo a cargo del especialista en patrimonio cultural y restauración Agustín Palombarini.
Las esculturas de Aníbal Troilo y Nicolino Locche, dos íconos de la cultura popular argentina, volvieron a lucir renovadas luego de un proceso de restauración.
El artista Agustín Palombarini, especializado en patrimonio cultural y restauración, fue el encargado de llevar adelante los trabajos. Explicó que la escultura de Aníbal Troilo, ubicada en la esquina de Montecaseros y Beltrán, presentaba múltiples daños: restos de grafitis, partes mutiladas principalmente los dedos de la mano derecha, agujeros en el bandoneón y material faltante en distintos sectores.
“La escultura tenía restos de grafitis, restos de chorreaduras y también deterioro biológico que es parte del lugar en el que se encuentra. Tenía faltantes de material en diferentes partes de la escultura y principalmente los dedos que estaban mutilados, que generalmente es lo primero que tienden a hacer. Arrancar los dedos y las correas, se habían quitado también”, señaló Palombarini.
El escultor detalló que la escultura se trabajó in situ, ya que la pieza está construida en cemento directo con estructura interna de hierro y es lo que la hace imposible de trasladar.
Durante tres días, Palombarini trabajó de manera intensiva de mañana y horas de la tarde para lograr la reintegración cromática y devolverle su aspecto original.
“Es más difícil trabajar en el propio lugar en vez de poder llevarlo a un taller y quizás tener la comodidad de eso. En el laboratorio se podría trabajar con mayor tranquilidad“, agregó el restaurador.
La restauración también incluyó la escultura de Nicolino Locche, ubicada en el Parque Lineal que lleva su nombre (calle Perú y Videla Castillo), que había sido golpeada y presentaba daños en su estructura.
Ambas intervenciones fueron coordinadas junto al municipio de la Ciudad de Mendoza, que busca preservar las obras que forman parte del patrimonio urbano.