El Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) mantiene la alerta técnica amarilla para los volcanes Planchón-Peteroa y Laguna del Maule, ubicados en el sur de Mendoza. Aunque se registró un aumento en la actividad sísmica y superficial, las autoridades aclararon que no existe riesgo para la población.
El Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) emitió y mantiene alertas amarillas para dos importantes volcanes de Mendoza: el Planchón-Peteroa y el Laguna del Maule, ambos situados en la zona sur de la provincia, cerca del límite con Chile. Según el organismo, la medida se debe a un incremento sostenido en los parámetros sísmicos y a un leve aumento en la actividad superficial de ambos macizos.
En el caso del volcán Peteroa, se detectó un movimiento interno de fluidos, gases y vapor de agua a altas temperaturas, lo que motivó la actualización del nivel de alerta.
El Peteroa se encuentra en alerta técnica amarilla desde julio, y su última actividad más destacada fue registrada el fin de semana del 25 de octubre, cuando se observaron emisiones de gases en la zona del cráter. Sin embargo, el Segemar aclaró que la actividad se concentra dentro del área volcánica y no representa peligro para las localidades cercanas, como Malargüe, que se ubica a más de 100 kilómetros del volcán.
Por su parte, el Laguna del Maule, un complejo volcánico de tipo caldérico, también presenta movimientos sísmicos asociados al ascenso de magma y gases, aunque dentro de niveles considerados normales para una alerta amarilla.
Desde el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur y el Segemar explicaron que el sistema de monitoreo opera bajo un “semáforo de alerta volcánica” que va del verde (normal) al rojo (erupción inminente). En este momento, ambos volcanes se encuentran en nivel amarillo, lo que implica cambios en el comportamiento del sistema volcánico, pero sin impacto directo sobre la población.
Las autoridades mantienen un seguimiento permanente de la situación y recomendaron a la ciudadanía mantenerse informada por canales oficiales, sin generar alarma. “El volcán está mostrando una mayor actividad superficial, pero no afecta a ninguna comunidad cercana”, señalaron los especialistas del Segemar.
De esta forma, Mendoza continúa bajo observación científica, mientras los organismos técnicos de Argentina y Chile trabajan de manera coordinada en el monitoreo constante de los volcanes andinos, una región históricamente activa pero bajo estricto control geológico.