“Fue una anomalía de la meteorología, no lo esperábamos”, dijo el meteorólogo y explicó por qué en algunas zonas llovió 17 milímetros y a 9 kilómetros no cayó ni una gota.
Este miércoles por la tarde, algunas zonas de Mendoza fueron testigos de una inusual tormenta con fuerte caída de granizo y abundante agua que provocó un verdadero desastre en la provincia.
La piedra tomó por sorpresa a mendocinos y mendocinas: no había sido pronosticada, el SMN había emitido una alerta, pero no para la zona afectada y, curiosamente, en puntos cercanos a donde fue un caos, no hubo preocupación. Mientras que el Acceso Sur estaba inundado, imposible de transitar y con vehículos flotando, en el Aeropuerto El Plumerillo todo fluía con tranquilidad.
El meteorólogo Fernando Jara explicó este fenómeno.
La tormenta dejó 51 casas anegadas, Accesos y calles inundados, árboles caídos y cables cortados
“Es inusual este tipo de tormentas en la Ciudad de Mendoza, sí se da en zonas cultivadas y no cultivadas, pero no son habituales en la Ciudad”, dijo.
Y agregó: “Es una anomalía, no lo esperábamos con esta intensidad y esta magnitud”
Sobre por qué no se pudo pronosticar dijo: “Es muy complicado porque este fenómeno fue muy puntual y solamente en la Ciudad de Mendoza, fíjense las precipitaciones que marcaba en Boulogne Sur Mer, de 17 milímetros, y a 9 kilómetros, en el Aeropuerto, no precipitó, es muy puntual y muy difícil pronosticarlo”.