El concejal de Guaymallén, Miqueas Burgoa, fue detenido en General Alvear por conducir ebrio con 1,25 g de alcohol en sangre. A pesar de la presión política, ratificó que no renunciará a su cargo.
El concejal radical de Guaymallén, Miqueas Burgoa, que la semana pasada protagonizó un hecho bochornoso al ser descubierto manejando borracho, ahora está protagonizando un papelón político. Mientras que el gobernador Alfredo Cornejo y el intendente de Guaymallén, Marcos Calvente, consideran que no debería ocupar un cargo público, él se niega a renunciar.
Burgoa fue sorprendido conduciendo en estado de ebriedad el pasado fin de semana en General Alvear. El test de alcoholemia arrojó un resultado de 1,25 g de alcohol en sangre, superando ampliamente el límite permitido. Según el acta policial, Burgoa habría emanado olor a alcohol y se habría resistido a colaborar con los efectivos, incluso haciendo alarde de su posición pública. El documento también señala que Burgoa y sus acompañantes habrían intentado influir en el procedimiento mencionando al intendente Alejandro Molero.
El caso generó un fuerte rechazo en el ámbito político. Es que desde la bandera política a la que pertenece Burgoa llevan adelante constantes campañas de concientización sobre el alcohol a volante. El gobernador Alfredo Cornejo manifestó que no debe haber privilegios para nadie y que la situación debe resolverse dentro del propio Concejo Deliberante. A su vez, el intendente de Guaymallén, Marcos Calvente, respaldó la postura de que Burgoa debería renunciar por una cuestión ética y moral. “Es una decisión personal que refleja valores y principios. Son poderes independientes y el cargo fue elegido por voluntad popular”, declaró Calvente.
Sin embargo, Burgoa insiste en su postura y dice que manejar borracho fue “una mera contravención” de la que se hace responsable. “Quiero pedir disculpas nuevamente y reafirmar que cometí un error, pero la oposición ha intentado aprovechar esta situación para politizar el tema”, afirmó el concejal.
El episodio provocó una sesión acalorada en el Concejo Deliberante, donde la oposición ha solicitado la remoción de Burgoa. A pesar de la presión, el edil ratificó que no renunciará.