El plan busca aliviar al sector productivo con bajas temporales en las principales exportaciones agrícolas y un beneficio permanente para productos regionales. La medida representará un costo fiscal de USD 800 millones.
En una conferencia de prensa realizada en la Casa Rosada, el Gobierno oficializó la reducción de las retenciones a las exportaciones agrícolas hasta junio, junto con la eliminación total de estas para las economías regionales. El anuncio estuvo a cargo de Manuel Adorni y del ministro de Economía, Luis Caputo, en un contexto de superávit financiero alcanzado.
La iniciativa contempla una baja temporal en las alícuotas para los principales cultivos. Por ejemplo:
- La soja pasará del 33% al 26%, mientras que sus derivados bajarán del 31% al 24,5%.
- El trigo, el maíz, la cebada y el sorgo disminuirán del 12% al 9,5%.
- El girasol reducirá su carga del 7% al 5,5%.
En cuanto a las economías regionales, productos como el azúcar, algodón, cuero bovino, tabaco, forestoindustria y arroz, vino, entre otros, quedarán exentos de retenciones de forma permanente. Estas actividades generaron exportaciones por más de USD 1.100 millones en 2024.
El ministro Luis Caputo aseguró que el objetivo de estas medidas es “dar previsibilidad al campo” y brindar herramientas que permitan a los productores proyectar a largo plazo. “Es un acto de justicia tributaria en un contexto difícil por la sequía y los precios internacionales bajos”, señaló el funcionario.
El secretario de Comercio, Pablo Lavigne, explicó que para aprovechar estas reducciones los exportadores deberán optar por una Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE) y cumplir con plazos de pago y liquidación de divisas que aseguren el beneficio. Este mecanismo estará disponible desde el lunes 27 de enero.
Por su parte, Sergio Iraeta, secretario de Agricultura, destacó la importancia de esta medida para el sector. “Es una excelente noticia, sobre todo en un momento donde el campo necesita apoyo para afrontar desafíos como la sequía”, afirmó.
El costo fiscal de la medida se estima en USD 800 millones, una cifra que el Gobierno considera manejable gracias al superávit comercial y financiero alcanzado en los últimos meses.