Miles de simpatizantes del Lobo mendocino acompañaron al plantel hasta el aeropuerto en una jornada cargada de emoción, color y esperanza antes de la final frente a Deportivo Madryn por el ascenso a la Liga Profesional.
Los hinchas de Gimnasia y Esgrima enfocados en su gran sueño del ascenso. En la previa de la gran final por el ascenso a la Liga Profesional, una marea blanquinegra copó las calles para despedir al plantel que viajó a Buenos Aires, donde el sábado enfrentará a Deportivo Madryn en la cancha de Platense.
Desde temprano, autos, motos, camionetas y colectivos comenzaron a reunirse para formar una caravana interminable que acompañó al micro del equipo hasta el aeropuerto. Banderas, bombos, bengalas y cánticos tiñeron de pasión el trayecto. Niños, familias enteras y generaciones de hinchas se sumaron a una verdadera fiesta popular que, por momentos, desbordó la capacidad del ingreso al aeropuerto.
“Es mpresionante. La gente vino en masa a despedir al equipo, no se puede entrar más”, relató sorprendido Edu Cangialosi desde el lugar mientras el plantel de Ariel Broggi se preparaba para abordar el vuelo de las 14.30 rumbo a Buenos Aires. “Hace 50 años que esperamos esta alegría”, se escuchaba entre la multitud que, emocionada, agitaba las camisetas del Lobo y gritaba su ilusión de volver a ver a Gimnasia en Primera.
El operativo de seguridad debió cerrarse por momentos ante la magnitud de la convocatoria. Los hinchas, sin embargo, se mantuvieron firmes, cantando y alentando hasta el último minuto antes de la partida del avión.
“Fue una gran decisión del cuerpo técnico viajar con anticipación”, destacaron los periodistas presentes. La idea es que los jugadores puedan llegar más tranquilos, dejar atrás la tensión del viaje y concentrarse en el objetivo. No es una final más: para muchos, representa una revancha inmediata luego de la frustración de la temporada pasada en Córdoba.
Mientras el micro avanzaba lentamente entre abrazos, lágrimas y cánticos, el aire se llenaba de un mismo sentimiento: esperanza. Mendoza sueña con tener un tercer representante en la máxima categoría del fútbol argentino, junto a Godoy Cruz e Independiente Rivadavia.
En Buenos Aires los espera la cita más importante del año. Pero sin importar el resultado, Gimnasia ya ganó algo invaluable: el fervor inquebrantable de su gente, que una vez más demostró que el Lobo no camina solo.