El servicio de agua enfrenta complicaciones en varios departamentos de Mendoza debido a factores climáticos, aumento en el consumo y obras en curso. El presidente de Aysam explicó las causas y las acciones previstas para normalizar la situación.
En un contexto de intenso calor y consumo elevado, el suministro de agua en Mendoza atraviesa dificultades que afectan tanto la presión como la disponibilidad del recurso en distintos puntos de la provincia. Los reclamos de vecinos de departamentos como Lavalle, Godoy Cruz y Luján de Cuyo se han multiplicado, desde Agua y Saneamiento Mendoza (Aysam) afirman que trabajan para dar respuestas y resolver los inconvenientes.
En la última ha habido récord de denuncias por derroche de agua, según informaron desde Aysam. Algo que complica las tareas de abastecimiento.
El presidente de Aysam, Humberto Mingorance, explicó que uno de los principales problemas es la calidad del agua debido a las contingencias climáticas en Alta Montaña. Las tormentas en Potrerillos y Las Vegas provocaron un incremento en la turbidez del agua, imposibilitando su tratamiento en las plantas potabilizadoras. “El agua llega con un color chocolate, lo que impide su potabilización. Esto afecta directamente la capacidad de nuestros reservorios, que además se vacían rápidamente por el alto consumo registrado en días de calor extremo”, señaló.
Si las condiciones de tormenta se mantienen para la alta montaña, los cortes de agua podrían repetirse. Al mismo tiempo, reiteran que a toda esta situación se le suma el derroche de agua. Esta quincena se ha registrado récord de denuncias por este motivo.
En respuesta, Aysam está avanzando en la instalación de medidores domiciliarios y macromedidores en las grandes redes. Esto permitirá monitorear el consumo real y detectar fugas, contribuyendo a optimizar el uso del agua.
El titular de Aysam destacó que actualmente se están invirtiendo 180 millones de dólares en obras para mejorar el sistema de distribución y potabilización en la provincia. Aunque algunas intervenciones, como las realizadas en calles céntricas como Brasil, en la Ciudad de Mendoza, generan molestias temporales, son esenciales para garantizar un servicio eficiente a futuro.
Desde la empresa subrayaron la importancia de un uso responsable y solidario del agua. “Es fundamental evitar el derroche, como regar calles o veredas, y reservar agua para consumo humano, especialmente ante posibles tormentas que puedan afectar la potabilización”, aconsejó Mingorance.